Lo que debes saber del comportamiento canino
Muchas personas creen que el comportamiento de un perro únicamente depende de su raza, su entorno o los cuidados que reciba. Y si bien esos factores son importantes al momento de elegir a tu compañero de cuatro patas, también es clave entender que su comportamiento cambia a lo largo de las distintas etapas de su vida, desde antes de nacer hasta la vejez.
En este artículo te llevamos a conocer, de forma clara y sencilla, cómo evoluciona la conducta canina a lo largo del tiempo. Respondemos preguntas clave como:
🐾 ¿Cuál es la etapa más importante en el desarrollo del comportamiento de un perro?
🐾 ¿A qué edad es mejor adoptarlo para evitar problemas de conducta en el futuro?
Conocer estas etapas no solo te prepara para entender mejor a tu futuro compañero, sino que también te ayuda a crear un vínculo más sano y duradero desde el primer día.

Etapas:
Durante el embarazo, el estado emocional de la madre influye mucho en el desarrollo de los cachorros. Si la madre pasa por momentos de estrés, su cuerpo produce sustancias como los corticosteroides, que pueden afectar el sistema nervioso de los cachorros antes de nacer. Esto puede hacer que, en el futuro, sean más temerosos, ansiosos o agresivos.
Por eso, es muy importante que la mamá perruna tenga un ambiente tranquilo y positivo durante la gestación. Lo ideal es prepararle un lugar cómodo, limpio, con los elementos necesarios para su cuidado y asegurarse de que tenga una buena alimentación. Todo esto ayuda a que sus cachorros nazcan sanos y emocionalmente estables.
Cuando nacen, los cachorros están completamente dependientes de su madre, ya que no ven, no oyen y no pueden regular su temperatura. Ella se encarga de limpiarlos y estimularlos con su lengua para que puedan orinar y defecar.
Este contacto físico no solo los mantiene limpios, también ayuda a que su sistema nervioso madure mejor, fortalece su resistencia al estrés y mejora su capacidad de aprendizaje más adelante.
Aunque en esta etapa no se enseña comportamiento como tal, es una fase de cuidado vital que construye el primer vínculo. Un poco de contacto humano suave puede ser beneficioso, pero estimularlos demasiado o de forma brusca puede afectar su desarrollo negativamente.
Aquí comienza una rápida transformación: los cachorros abren los ojos, empiezan a oír y se muestran más activos. Comienzan a explorar su entorno, a jugar entre ellos y a notar lo que hay a su alrededor.
Aunque la madre sigue siendo la figura central, no empieza a corregir su conducta todavía. Lo que hace es guiarlos con su presencia y mantener un entorno seguro para que puedan aprender poco a poco.

Esta es, sin duda, es la etapa más importante en el desarrollo del comportamiento de un perro. Aquí es donde aprenden a relacionarse con otros perros, con personas y con el entorno en general.
La madre comienza una educación activa: corrige comportamientos no deseados. Por ejemplo, si un cachorro muerde muy fuerte o se comporta de forma dominante, ella puede gruñir, empujarlo o inmovilizarlo suavemente. Así les enseña límites, paciencia y control de la mordida.
También aprenden mucho entre ellos: si un cachorro muerde a otro con demasiada fuerza, el juego se detiene. De esta manera, el que mordió aprende a moderar su fuerza para no lastimar a sus hermanos.
Este período es clave para evitar problemas de comportamiento en el futuro, como la agresividad, la ansiedad, el miedo o la hipersensibilidad. Por eso, nunca se debe separar a un cachorro de su madre y hermanos antes de las 6 semanas, y lo más recomendable es que la adopción se haga entre las 6 y 8 semanas de vida.
Además, es una etapa ideal para comenzar con aprendizajes tempranos, como presentarlo a sonidos, objetos y personas nuevas, e introducir poco a poco las primeras normas básicas de convivencia.
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En esta etapa tu cachorro entra en la adolescencia… y sí, también será una etapa desafiante pero clave. Es normal que empiece a explorar el mundo con la boca, y que eso lo lleve a romper cosas o morder objetos que no debe (como tus zapatos favoritos 🐾).
También puede aparecer una segunda fase de miedos, e incluso ansiedad por separación . Además, algunos perros muestran más agresividad social por el aumento de las hormonas y la falta de experiencia social.
Por eso, esta es una etapa crucial para su educación. Evita los castigos físicos o duros, ya que pueden hacer que tu perro se vuelva miedoso o agresivo. En lugar de eso, es mejor redirigir su energía enseñándole habilidades esenciales de comportamiento.
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Una vez que tu perro alcanza la madurez sexual, que puede ser entre los 6 y 12 meses (dependiendo del tamaño y la raza), inicia su camino hacia la adultez completa. Durante los primeros años de adultez, especialmente hasta los 2 años, aún puede mostrar conductas agresivas o territoriales, muchas veces relacionadas con su actividad hormonal o con experiencias que vivió en etapas anteriores.
Si tu perro tuvo una buena socialización, entrenamiento y estabilidad emocional, su comportamiento tiende a estabilizarse. A partir de ahí, será más predecible y tranquilo… ¡pero eso no significa que deje de necesitar atención!
Los perros adultos todavía necesitan estimulación física y mental para mantenerse sanos y felices. Actividades como caminatas diarias, juegos con pelota o juguetes interactivos, y especialmente ejercicios de estimulación olfativa, ayudan a mantener su mente activa.
A medida que envejece, tu perro puede parecer el mismo por fuera… pero por dentro su cuerpo y mente están cambiando. En esta etapa, los problemas físicos comienzan a aparecer poco a poco: dolor en las articulaciones, pérdida de oído o visión, o menos tolerancia al ejercicio.
Estos cambios pueden afectar su comportamiento. Tal vez esté más irritable, o le cueste más adaptarse a los cambios en la rutina, la comida o el entorno. Por eso, es fundamental que le brindes un ambiente estable y tranquilo.
Evita hacer grandes cambios en su espacio o rutina diaria. Asegúrate de que tenga una cama cómoda, acceso fácil a su comida y agua, y momentos de calma.
👉 Consulta al veterinario con regularidad para detectar cualquier problema a tiempo y darle a tu perro senior la mejor calidad de vida posible.